Enrique Alfaro sabía lo difícil que sería enfrentar el tema de abasto y saneamiento de agua en uno de los municipios que más crecimiento poblacional había tenido en las últimas décadas, un crecimiento que no se dio a la par de la infraestructura urbana que se necesitaba, incluida la prestación de servicios básicos como el abasto de agua, hecho que existían en muchas zonas de la ciudad.
Cabe destacar que Tlajomulco no es parte del SIAPA, lo que enfrentaba un reto para dar orden y soluciones a las demandas de las y los ciudadanos en este tema.
Distintas localidades se veían afectadas por la carencia de agua o la deficiencia del servicio, y el manejo de las aguas residuales era muy cuestionable porque el desarrollo inmobiliario acelerado que se dio antes de la llegada de Alfaro, no vino acompañado de la construcción de infraestructura suficiente, la cual pudo haber desencadenado problemas incluso sanitarios.
Sin embargo, para enfrentar este problema se realizaron dos tipos de acciones: la construcción, sustitución y rehabilitación de redes de agua en distintas localidades, y la consolidación de subsistemas de abastecimiento de agua para los principales centros de población.
En tres años se ejercieron obras que superaron los 129 millones de pesos (mdp) para 16 localidades en las que se rehabilitaron o construyeron sistemas de distribución, redesde alcantarillado o líneas de agua potable.
Principalmente se destacan acciones como invertir en la zona Valle para resolver el problema de abasto en Santa Fe y la zona norte de Chulavista. En la cabecera municipal se erogaron 37.4 mdp en obras que solucionan el problema del abasto de agua. Para la localidad de los Tulipanes se destinaron más de 9 mdp para enfrentar el problema de deficiencia en la calidad del agua y desarrollar un sistema de distribución adecuado. En la zona de la Carretera a Chapala, para atender a los fraccionamientos Agaves, Rancho Alegre y Silos, se invirtieron 26.5 mdp, enfrentando el problema de abasto de agua más grave de Tlajomulco.
Siempre preocupado por la sustentabilidad y el cuidado de las fuentes de abasto, Alfaro Ramírez, asumió la tarea desde Tlajomulco en cuanto al saneamiento del agua. Este era el segundo gran tema: el manejo integral del agua es su saneamiento para asegurar, con su saneamiento y reúso, el bienestar y sustentabilidad de los centros de población.
Tlajomulco puso en marcha dos grandes proyectos de saneamiento, el de la Cuenca de El Ahogado y el de la Laguna de Cajititlán, además de realizar distintas obras en otras localidades. Tlajomulco consumó un gran esfuerzo para dar solución al saneamiento de la Cuenca de El Ahogado. Para realizar estas obras se hizo una inversión conjunta de los niveles de gobierno municipal, estatal y federal, así como de la iniciativa privada por parte de las desarrolladoras inmobiliarias involucradas.
Con esta red de colectores e infraestructura para el tratamiento de agua, Tlajomulco se convirtió en el municipio con mayor avance en el cumplimiento de la macrorecomendación del Río Santiago de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ).
El segundo gran proyecto realizado por Tlajomulco fue el saneamiento de la Laguna de Cajititlán, en el que se han invertido más de 140 mdp. Todo esto redituó en convertir a este destino en un lugar turístico cerca de la capital del Estado.
Alfaro proyectó el abasto, reúso, cuidado y máximo aprovechamiento del agua como tema de futuro para la Perla Tapatía y todo el Estado