“Aprendamos a reposar en Cristo hermanos”, fue el mensaje central durante la homilía del Obispo Juan Manuel Muñoz Curiel, al celebrar la misa de la clausura del Bicentenario de la Imagen del Divino Preso en Tala.
Por José Manuel Ramírez
Al presidir la celebración eucarística para concluir el jubileo por los 200 años de la imagen del Divino Preso de Tala, Monseñor Juan Manuel Muñoz Curiel, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Guadalajara, dijo en su homilía dijo “que doscientos años no le han bastado al Señor para estarnos mostrando su misericordia aquí en Tala, en esta bendita imagen de Jesús Divino Preso”.
Aseguró que, aunque el Señor no necesita que se vuelva a decir que muestre su misericordia porque no ha dejado de hacerlo durante estos doscientos años, y se le pida la misericordia.
“pero que bueno que insistamos, que bueno que volvamos a decirle día con día, muéstranos Señor tu misericordia, ven con nosotros. Hoy Jesús Divino Preso quiere invitarnos para que aprendamos a reposar en Él dentro de nuestras inquietudes, dentro de nuestros proyectos, dentro de nuestras alegrías y tristezas, el Señor quiere que aprendamos a reposar en Él, aprendamos a estar en Cristo hermanos”.
Dijo que la celebración de los doscientos años de la llegada de la imagen del Divino Preso, es una buena oportunidad para volver a centrarnos en Jesucristo Nuestro Señor, para que sea el centro de las vidas, el lugar de honor de las familias y confirmar lo bueno que es el Señor, “dichoso el que se acerca a Él”.
“Ojalá que de veras, hoy nos comprometamos como comunidad parroquial, como hermanos, a volver a poner al centro de nuestras vidas a Cristo Jesús…el Hijo amado del Padre en quien tiene puestas todas sus complacencias, escúchenlo”.
Al hablar de San Francisco de Asís, patrono de la comunidad parroquial, expresó como supo centrar su vida en Cristo y convertirse en otro Cristo, “salvando las debidas distancias, porque Cristo Jesús verdadero Dios y verdadero hombre, Francisco de Asís un humilde y sencillo que trato de aprender de la misericordia del Padre”.
Invitó a los fieles a ser humildes y sencillos, dóciles al Espíritu Santo para enfrentar los retos que la vida nos presenta en el día a día. “Para poder profundizar cada vez más y más en el misterio de amor de Dios Padre que se nos revela en Jesucristo, Nuestro Señor”.
“Urge que todos los que nos decimos devotos del Divino Preso, nos manifestemos de una manera nueva, envía Señor tu Espíritu y todo se renovará, se renovará la faz de la tierra”.
Al finalizar la Eucaristía, el Señor Cura Teodoro Ramírez Suárez y el Padre Manuel Ceja impusieron a todos los fieles las coronas del Divino Preso, como se venía haciendo cada día 27 del mes hasta antes de la pandemia.