Por: Víctor Galindo «Vigaro»
El gobierno municipal de Guadalajara anunció este viernes la conclusión de una obra programada para enmarcar los pasados festejos del «grito», el pasado 15 de septiembre; (una especie de alfombra roja) decían, para que los invitados especiales a la celebración en el Palacio de Gobierno, disfrutaran a su paso, el banquetón sur del recinto ejecutivo.
Objetivo que no se concretó en el tiempo programado, pero que sirvió para generar inconformidades entre los comerciantes establecidos y ambulantes; a estos últimos, de plano les «doraron la píldora» haciéndoles creer que retornarían a sus lugares en cuanto esta obra concluyera, ahora ha trascendido que para las autoridades municipales, esas promesas fueron solamente una argucia para sacarlos del primer cuadro.
El anuncio de haber terminado la obra en el andador Pedro Moreno, no incluye el retorno de los ambulantes, pero si el cambiar dicho andador (anteriormente peatonal) a mixto, ya que se acondicionó un carril para los vehículos, bancas, piso rojo, bolardos (muchos) para separar el carril de los vehículos y el área peatonal, reducida a un poco más de un metro.
20 millones de pesos fue el costo, pero lo interesante es, según el comunicado oficial tapatío, que una tercera parte de ese dinero corresponde (sin precisar) a «colaboradores» de este gobierno emecista.
Lo lamentable se encuentra a unos metros de este andador (hacía el Norte) del Centro Histórico, en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres (de la cual hemos dado seguimiento), va de mal en peor, primero faltaban algunas letras «originales» hechas en metal bronce; después, hicimos público el señalamiento del deterioro que las bases de las estatuas y el peor trabajo de «restauración», pero eso ya no sorprende a nadie.
Lo que apareció esta semana, o mejor dicho, desapareció de al menos una docena de los monumentos, fueron los nombres, el cargo que el personaje desempeñó y por el cual se justifica su presencia en esta glorieta; en logar de las identificaciones, los visitantes van encontrar unas bases de cantera dañadas, sin letras y en su lugar, los agujeros donde se incrustaban los pivotes que las mantenían fijas, un relieve sobre la superficie, hace las veces de letreros y en algunas de las apeanas se pueden observar los «brochazos» para pintar dichos relieves.
La pregunta es, si para un andador comercial (el maquillaje) costó a los tapatíos, vía sus impuestos, más de 14 millones de pesos, cuánto será el costo que representa el descuido de la autoridad por no tener la capacidad de tan siquiera hacer un trabajo de patrullaje y supervisión preventivo, a pesar de que presumen haber reforzado el número de elementos, unidades motorizadas y bicicletas, lo cual, si no dan resultado, le sale mucho más elevado el costo a los tapatíos.