Si bien las enfermedades crónicas aumentan la posibilidad de complicaciones, en el caso de las personas que viven con VIH el riesgo sólo es mayor en quienes tienen bajo recuento de células CD4 o no se apegan al tratamiento.
La pandemia de COVID-19 significa un reto para todas las personas que padecen enfermedades crónicas y pueden tener por ello un sistema inmunológico debilitado que los haga propensos a otras infecciones. Sin embargo, según los reportes de autoridades sanitarias, la situación es diferente entre las personas que viven con VIH, pues el riesgo sólo es mayor si no tienen bajo control su padecimiento de base.
Jalisco es prueba de ello, pues la incidencia de casos y defunciones por COVID en personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en el territorio estatal, se han registrado 294 casos positivos y 37 defunciones.
De acuerdo con estudios avalados por los Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), las personas con el VIH que están bajo un tratamiento eficaz para el VIH tienen el mismo riesgo de infectarse por COVID-19 que quienes no tienen el VIH.
Por el contrario, quienes no se apegan al tratamiento o tienen bajo recuento de células CD4 son las susceptibles a sufrir las complicaciones al contagiarse con el virus SARS-CoV-2.
El Gobierno de Jalisco, a través de su Consejo Estatal de Prevención del Sida (Coesida) y de las instituciones del sector salud del estado, mantienen los servicios de atención y seguimiento a personas con VIH a pesar de la pandemia; y al igual que con el resto de la población destacan la mejor herramienta de prevención es mantenerse saludables y evitar exponerse al coronavirus.