En la Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, la comunidad parroquial de San José Obrero, en Tala, celebró y festejo a sus sacerdotes, como parte de la meta propuesta en la Vicaría del Señor Grande de Ameca para la atención a la Periferia Existencial que se trabaja con ellos en la Gran Misión de la Misericordia.
En la homilía, el Padre Raúl de Jesús Díaz Saldaña, dijo que, a ejemplo de Cristo, el sacerdote está llamado a hacer siempre la voluntad de Dios. Reiteró que es Cristo el mejor modelo, en la actualidad, para el sacerdote.
“La fiesta que hoy estamos celebrando nos ayuda a entender que el único sacerdote es ese Cristo, ofrecido en la Cruz, ese Cristo que supo escuchar la voz de Dios y también supo redimir al pueblo que Dios le entregó”.
Al finalizar la celebración, los agentes de pastoral organizaron una convivencia para sus sacerdotes, en la que participaron un aproximado a las 300 personas.
