Por Víctor Galindo
En sesión pública de resolución, el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco votó 73 juicios electorales de manera sistemática, dejando de lado el estudio de caso y los principios de certeza, legalidad, imparcialidad, objetividad y probidad que deben regir su actuar jurisdiccional.
Luego de más de una hora de retraso en el inicio de la sesión virtual, los magistrados votaron en bloque y sin argumentaciones de fondo, las inconformidades relacionadas con presuntas irregularidades detectadas en el pasado proceso electoral de junio y se alinearon en defensa del partido Movimiento Ciudadano.
Sin diferenciar los casos esgrimidos por diversas variantes, mismas que difieren en cada caso, los magistrados Ana Violeta Iglesias Escudero, Tomás Vargas Suárez y Everardo Vargas Jiménez, se limitaron a escuchar las relatorías presentadas por sus secretarios, mismas que llevaban implícitas las correspondientes resoluciones, simplificando su trabajo y reduciéndolo a un simple voto, “a favor” o “en contra”.
Es decir, la aplicación de la justicia no es por mucho, apegada a derecho, y mucho menos respetando la democracia, tal como quedó evidenciados en municipios como Acatlán de Juárez, Chapala, Jocotepec y muchos otros, donde se pasó de presunción de delitos a una expiación oficialista, quedando en evidencia que las instituciones garantes del estado de derecho primero son serviles cuando de acatar la vox populi se trata.
Resalta el caso de Jocotepec en el que la diferencia entre el primer y segundo lugar era de tan solo 61 votos y por lo cual se interpusieron 5 juicios de inconformidad, 4 del partido Futuro y uno del Partido Verde Ecologista de México, señalando y evidenciando las irregularidades en la elección, las cuales, fueron ignoradas en su totalidad por los juristas.
