En la Jornada Nacional de Oratoria que llevó a cabo el Movimiento Antorchista en todos los estados del país el pasado domingo, decenas de jóvenes, maestros, activistas, campesinos y obreros provenientes de diferentes puntos del estado de Jalisco exigieron castigo ejemplar para los asesinos de los lideres antorchistas de Guerrero, Conrado Hernández y Mercedes Martínez, así como de su pequeño hijo.
Luz María Luna Mojica, dirigente del antorchismo en el Área Metropolitana de Guadalajara, calificó el asesinato de sus compañeros como un crimen político, pues el triple homicidio se dio cuando el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, reanudó sus ataques verbales contra las organizaciones populares y se desbordó en calumnias contra el Movimiento Antorchista.
“AMLO, sin ninguna prueba de por medio, por enésima ocasión volvió a acusar a los antorchistas de haber recibido torrentes de dinero público que fueron de manera directa a los bolsillos de los líderes” denunció la dirigente.
Destacó que desde que López Obrador inició sus ataques mentirosos, se advirtió públicamente que el linchamiento desde la tribuna mañanera podría dar pie a que fanáticos y oportunistas vean el clima propicio para pasar de los ataques verbales a la eliminación física, aunque no sea esa la orden ni la intención del mandatario federal.
Bajo este contexto, en las instalaciones de la cancha de usos múltiples “Antorcha” de la colonia popular Prados de Santa Lucía, del municipio de Zapopan, Jalisco, llevó a cabo su participación en la Jornada Nacional de Oratoria; este certamen fue en honor de los lideres antorchistas de Guerrero, Conrado y Mercedes, asi como, de su pequeño hijo, quienes fueron asesinados por asesinos aún no identificados, para quienes la líder antorchista pidió cárcel inmediatamente.
Al concluir la jornada y tras felicitar a los concursantes por sus ponencias, Luna Mojica los exhortó a seguir practicando la oratoria, pues este arte, sobre todo en estos tiempos de la 4T, ya no es tratada como palabra viva del pensamiento científico; en su lugar, se practica el discurso engañoso, edulcorante, vago, impreciso y abiertamente mentiroso para ocultar la realidad terrible en que vivimos.
«Se trata de una política planeada e intencional del actual gobierno federal para hacer de las palabras una máscara de la realidad, para que la gente no se dé cuenta de lo que está pasando en el país como el incremento exponencial de la pobreza, la criminalidad y la violencia, insalubridad», concluyó.
