El connotado salsero Willie Colón hará honor a su merecido mote “The King Of Salsa” y será el anfitrión de un concierto muy especial que presentará en México por vez primera, con un formato que será irrepetible el próximo Sábado 05 de Febrero de 2021 a partir de las ocho y media de la noche en las instalaciones del Auditorio Nacional de la capital mexicana, con el cual se despide para siempre de los escenarios de la Ciudad de México, toda vez que la altura y otros factores pueden mermar su salud, por lo que será esta la última oportunidad del público capitalino para vivir de cerca el esplendor de una leyenda de la salsa como es Willie, quien además se encuentra celebrando más de 50 años de trayectoria constante, en lo que será una noche cargada de energía y de temas clásicos que forman parte de su extenso repertorio. La historia tiene entonces una cita destinada para que el público mexicano goce como nunca de un concierto de Willy Colón, en la que representa la mejor oportunidad para disfrutar de su enorme talento y despedirlo dignamente, tal y como se merece una leyenda de su magnitud.
El también director de orquesta, que con su trombón y canciones cargadas de crítica social e historias de la cotidianidad neoyorquina revolucionó el terreno de la salsa, hará de la noche del 05 de Febrero del 2022 algo mágico para su audiencia. Con el retiro aún lejano en su lista de prioridades, aunque sea la última presentación en CDMX, Willie Colón está listo para acercarse a México nuevamente para confirmarse como uno de los principales protagonistas de la música popular caribeña, ensimismado en el activismo social y dedicado a escribir sus memorias y a producir grupos emergentes de la salsa. Es así como el salsero Willie Colón (Nueva York, 1950) ofrecerá lo mejor de sí mismo para reflexionar sobre los más de 50 años de oficio y compromiso que culminará con este concierto en el Auditorio Nacional, con el que se despide de los escenarios capitalinos.
Nieto de migrantes puertorriqueños, Colón creció en el barrio latino del distrito del Bronx, un hecho que ha marcado gran parte de su trayectoria personal y artística, con lo que ello implica de rebeldía y trasgresión de las normas establecidas. Tras estudiar trompeta y clarinete, su admiración por Mon Rivera le llevó a decantarse por el trombón a los catorce años, y dos más tarde, en 1966, grabó su primer disco con el significativo título de El Malo. Editado al año siguiente por la firma Fania, en este primer trabajo ya contó con la inconfundible voz de Héctor Lavoe e introdujo elementos del folklore musical puertorriqueño, en especial la bomba, mezclado con los ritmos hirientes y ásperos propios del trombón, de lo que fueron buenos ejemplos temas tan exitosos como Jazzy y I wish I had watermelon.
Junto a otros destacados músicos de origen caribeño como Ray Barretto, Bobby Valentín, Reynaldo Jorge o el propio Héctor Lavoe, participó en 1971 en la grabación del concierto de las Estrellas de Fania, considerado el evento que lanzó el movimiento de la salsa de Nueva York. Ese mismo año, su magistral interpretación del tema Piraña, compuesto por Tite Curet Alonso, le lanzó a la fama y le convirtió en uno de los iconos de dicho movimiento musical. Bajo el sello de Fania y junto a Héctor Lavoe grabó más de una docena de discos hasta 1975, entre los que destacaron Guisando (1969), Cosa Nostra, El Juicio, Asaltos Navideños (1972), y The Good, the Bad, the Ugly (1975), todos ellos muestras genuinas de la salsa urbana o de lo que vino a denominarse como «sonidos del barrio», la más fiel muestra del sentir del emigrante puertorriqueño en la gran metrópoli neoyorquina. Tras sus trabajos con Fania, su fama se extendió entre la comunidad hispana de Estados Unidos y gran parte de Latinoamérica; en 1975 tuvo la oportunidad de tocar junto a su ídolo Mon Rivera.
A finales de los años setenta su espíritu rebelde le llevó a desarrollar junto al cantante panameño Rubén Blades lo que se conoció como salsa conciencia, esto es, canciones que denunciaban la situación política y social de América Latina; la conjunción con Blades resultó especialmente afortunada, con trabajos de gran calidad como Metiendo mano (1977) y Canciones del Solar de los Aburridos (1982); este último álbum fue premiado con un Grammy. Willie Colón ha colaborado a lo largo de su trayectoria, además de con los ya citados, con artistas de la talla de Celia Cruz, Tito Puente o David Byrne, e interpretó algunos papeles en la televisión mexicana.
A partir de los años noventa su faceta artística dejó paso a una intensa actividad en la vida social y política norteamericana, acorde a su compromiso en favor de la comunidad hispana: así, en 1993 se presentó a las elecciones primarias en el Estado de Nueva York; en 1995 se convirtió en el primer hispano que ingresaba en el Consejo Nacional ASCAP; y en 1999 formó parte de la delegación que fue recibida en el Vaticano por el Papa con el motivo del Jubileo 2000, además de colaborar habitualmente con organizaciones humanitarias como Naciones Unidas y Amnistía Internacional. Desde 1998 residió en México Distrito Federal junto a su esposa e hijos.
Como líder comunitario, se ha dedicado a la lucha por los derechos civiles. Además de ser Presidente de la Asociación de Artes Hispanos (donde recaudó 5.6 millones de dólares) para construir el Centro Cultural Julia de Burgos de Nueva York, fue miembro de la junta directiva de La Comisión Latina sobre Sida, miembro de la Fundación ProInmigrantes de la ONU y Presidente de la Coalición para un Mejor Nueva York. En 2001 Willie fue el único candidato Latino para el puesto de Defensor Público de la Ciudad de Nueva York por el partido Demócrata, acumulando la respetable cifra de 101 394 votos. En 1995 Colón fue el primer Latino en ser parte de la directiva nacional de ASCAP (Sociedad Estados Unidos de Compositores, Autores y Editores). Sigue siendo actualmente consejero de la Fundación ASCAP. En 1996 fue nominado como unos de los 100 Hispanos más influyentes en los Estados Unidos por Hispanic Business Magazine. El 1 de septiembre, en Los Ángeles, Willie Colón recibió un Grammy Especial por su trayectoria y su contribución a la música.
En 1999 Willie Colón fue parte de la delegación (Jubilee 2000) JUBILEO 2000, un movimiento de coalición internacional en más de 40 países que pidieron la cancelación de la deuda del tercer mundo hacia el año 2000. Este movimiento coincidió con los Grandes Festejos, la celebración del año 2000 en la Iglesia Católica. Colón junto a otras figuras como el economista Jeffrey Sachs de la Universidad de Harvard, Bono, de la banda de rock U2, Quincy Jones, Muhammad Ali, Bob Geldof, Youssou N’dour, Thom Yorke, N.T. Wright y otros, instaron al Papa Juan Pablo II a firmar una petición que llevaron al presidente Clinton quien perdonó 14% de la parte de la deuda que pertenecía a EE.UU.
A pesar de todos estos compromisos, Willie Colón le da una alta prioridad a su esposa Julia y sus cuatro hijos y de cuando en cuando a sus otros intereses como la navegación, la aviación (es un piloto privado con licencia) y la programación de computadoras. Colón también se ha caracterizado por sus fuertes posiciones contra varios de los empresarios que manejan el actual mercado discográfico, así como contra los premios Grammy Latinos, que a su juicio se han manejado con criterios muy diferentes a los musicales. En 2013 interpretó el tema «Mentira fresca», donde hace alusión a la situación socio-política que imperaba en Venezuela tras el fallecimiento del presidente Hugo Chávez. En el mismo critica duramente a Nicolás Maduro aludiendo a sus erradas prácticas políticas que a su juicio agravaron la crisis que se vive en ese país.