Por: Redacción/ TEN/ Cultura
Como resultado de los trabajos realizados en el proyecto Tren Maya, ha dejado al descubierto una gran cantidad de vestigios precolombinos, los cuales pertenecen a 27 zonas arqueológicas cercanas a la ruta trazada.
Entre los descubrimientos relevantes se encuentran, una deidad encontrado en el tramo 7, el cual representa a la muerte y un guerrero con cabeza de serpiente emplumada; son resultado de la labor que los arqueólogos dirigidos por el antropólogo Diego Prieto Hernández han emprendido bajo el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
Hasta este momento se ha contabilizado, en los siete tramos liberados para la construcción del Tren Maya, al corte del 9 de noviembre de 2023, se han registrado y preservado 57 mil 146 elementos inmuebles; 1,925 bienes muebles; 1,398,083 (Un millón trescientos noventa y ocho mil ochenta y tres) fragmentos de cerámica y solamente 1,467 piezas en restauración.
A estas cifras hay que añadir 660 enterramientos humanos, y 2 mil 252 rasgos naturales asociados a antiguos asentamientos.
Prieto Hernández describe las características del más reciente descubrimiento, “Ceñido con un yelmo de serpiente con las fauces abiertas y un tocado de plumas, el rostro esculpido de un guerrero emergió durante las excavaciones que se efectúan con recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), en el llamado Templo 6 de Maudslay, perteneciente al conjunto Casa Colorada de Chichén Itzá, en el estado de Yucatán”, sostuvo que el hallazgo del citado rostro antropomorfo, en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, es muestra de ese contacto que los mayas de hoy pueden tener con su pasado. Refirió que el elemento prehispánico, el cual debió formar parte de un diseño escultórico mayor, fue encontrado como parte del relleno constructivo, en el lado este del basamento del Templo 6 de Maudslay (Estructura 3C11), llamado así en alusión al explorador británico.
Las tareas, lideradas por el proyecto arqueológico de Chichén Itzá, permitieron recuperar la pieza de 33 centímetros de alto, 28 centímetros de ancho y 22 de profundidad que, a pesar de estar fracturada, destaca por presentar un buen estado de conservación.
Esta labor, detalló, se traducirá en 10 Centros de Atención a Visitantes (Catvi) y en ocho museos nuevos y/o actualizados en sitios como Kabah y Tulum, que estarán dedicados a la Ruta Puuc y la costa oriental de Quintana Roo, respectivamente.
Así como en Calakmul y Dzibilchaltún, y en Chichén Itzá, que al fin contará con un gran museo. Asimismo, Mérida tendrá un nuevo espacio cultural en el Ateneo Peninsular.