Por: Víctor Galindo «Vigaro»
Así lo denunciaron ante los medios de comunicación, al menos la mayoría de los integrantes de la Asociación Civil, Mesa de Paz Jalisco; a través del presidente legítimo, Raúl Espinal Brito, «Aunque es socio fundador toma decisiones de manera unipersonal generando conflictos dentro de su organización».
A decir de los cinco socios fundadores de los nueve que conforman el acta constitutiva, presentes en la rueda de prensa, desde el mes de marzo pasado en que se venció el periodo ordinario de la presidencia de este organismo, por las condiciones sanitarias en torno a la pandemia, no se renovó la mesa directiva y siguiendo el protocolo del colegiado, se ratificó en el cargo a Espinal Brito.
Sin embargo, en la agrupación comenzaron a detectar una serie de irregularidades, comenzando con que en su página oficial ninguno de los fundadores, quienes eran administradores, tuvo acceso a esta herramienta digital, lo que llamó la atención y prendió los «focos» de alerta.
Posteriormente, en actos públicos y privados con diversos actores políticos, sociales, académicos y gubernamentales, quien se auto proclama como facultado para representar a esta agrupación es, Hiram Valdés Chávez, y quien supuestamente enarbola la cultura de paz en el estado de Jalisco, aprovechando que a nivel nacional, mantiene vínculos políticos en el Congreso de la Unión.
Sin tener atribuciones para hacerlo Valdés Chávez, presidente de la Comisión Nacional Para la Cultura de Paz y la No-violencia organismo ciudadano, (COMNAPAZ MEXICO A.C.), se tomó la atribución de nombrar a un abogado local avecindado en Guadalajara, de nombre Erick Manuel Alvarado Nava como presidente de la Mesa de Paz Jalisco, sin respetar ni tomar en cuenta la opinión de los integrantes fundadores de este consejo y socios fundadores vigentes.
De los nueve fundadores que conforman el acta constitutiva (abogados con especialización en diferentes áreas del derecho), quedan ocho vivos, uno fallecido; de estos, cinco (la mayoría) desconocen todo tipo de representación oficial, los convenios firmados por Valdés Chávez y Alvarado Nava, el otorgamiento de reconocimientos a nombre de Mesa de Paz Jalisco A.C., así como cualquier otro que repercuta en cualquier forma a la agrupación.
Es de resaltar que la Universidad de Guadalajara ha realizado acuerdos con estos señalados, quienes no solamente han incurrido en presuntos delitos por el abuso de confianza, usurpación de funciones, uso indebido de documentos oficiales, entre otros derivados de la premeditación, alevosía y ventaja; los fundadores alertaron a instancias oficiales como el Congreso del estado, al ejecutivo estatal, al poder judicial del Estado de Jalisco a fin de que no caigan en el juego de estos vivales, quienes no solamente se han ostentado públicamente como «paladines» defensores y precursores de la Paz, para manipular oscuros intereses.
Mañana viernes, según se informó, en el edificio de Av. Hidalgo 190, sede del Poder Judicial del Estado, se tiene programado un evento «rimbombante» en dónde una más de las víctimas de esta simulación podría ser el propio titular del Supremo Tribunal, el presidente Daniel Espinosa Licón.
En tanto, la Mesa de Paz Jalisco anualmente realizaban un estudio para analizar los méritos correspondientes para ver qué persona de la sociedad civil contribuían con acciones en pro de la paz, en esta ocasión todos los que recibirán este reconocimiento, (el próximo viernes en el Supremo Tribunal de Justicia) serán apócrifos.
Ya tienen conocimiento en diversas dependencias gubernamentales de las denuncias presentadas en instituciones como la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, así como en las oficialías de partes del Congreso del Estado, Palacio de Gobierno, entre otras.
